3 conductas que indican que quizá no comes tan sano como pensabas
- Priorizas el consumo de productos light o 0%
Generalmente este tipo de productos, aunque tienen menor contenido de alguno de sus nutrientes (suele estar reducido su aporte energético, grasas) en comparación con el producto original, pueden contener ingredientes de baja calidad nutricional. Por ejemplo:
Yogur natural entero Vs Yogur 0% edulcorado
-Proteínas de buena calidad – Proteínas de buena calidad
-Mayor aporte de grasa = más saciedad – 0% grasa = poca o nula saciedad
-Sin azúcares, ni edulcorantes – Edulcorantes: aumentar el umbral del sabor dulce, favorecen el desequilibrio de nuestra microbiota
-Buen aporte de vitamina D – Nulo o escaso aporte de vitamina
- Evitas los alimentos ricos en hidratos de carbono.
Los hidratos de carbono son nutrientes esenciales, aunque tengan mala fama en muchas "dietas" para perder peso. Hay que saber escoger carbohidratos de buena calidad y en las proporciones adecuadas: vegetales (frutas, verduras y hortalizas), legumbres, granos enteros o integrales (avena, quinoa, arroz, pasta, pan, trigo sarraceno, cuscús…). Contienen un excelente aporte de fibra, vitaminas, antioxidantes y minerales.
- Realizas cinco ingestas diarias aunque no tengas hambre.
El concepto hacer cinco comidas al día está hoy en día muy obsoleto. Salvo que por prescripción médica esté indicado, no tienes por qué comer a determinadas horas si no tienes hambre. El principal objetivo de comer entre horas, es evitar llegar a las comidas principales con una sensación de hambre incómoda e ingiramos gran volumen en estas o hagamos elecciones no saludables o picoteemos entre horas. Escucha y conoce tu cuerpo y prueba a empezar a comer de manera intuitiva.