El aceite de girasol
Siempre hablamos de aceite de oliva, que es un aceite con muchísimas propiedades, pero existen casos en que no se puede utilizar o en los que al comer fuera es el aceite que mayoritariamente consumimos. ¿Es bueno entonces el aceite de girasol?
El aceite de girasol procede de la extracción de las semillas de los girasoles y destaca por su equilibrio en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas.
Al igual que pasa con el aceite de oliva, puede estar refinado o extraerse en frío, que es el que se denomina aceite de girasol virgen y es muy rico en Vitamina E, un antioxidante muy poderoso.
La principal diferencia con el aceite de oliva es que mientras el aceite de oliva es rico en ácido oléico, con grandes efectos sobre la salud cardiovascular, el aceite de girasol solo contiene un 22% de dicho ácido, pero contiene uno de los dos únicos ácidos grasos que el cuerpo humano no es capaz de sintetizar: el ácido linoleico (Omega 6). Y seguro que no sabías que existe un 'aceite de girasol alto-oleico', este aceite de girasol se obtiene de la extracción de una variedad de semillas seleccionadas que tienen un porcentaje de ácido oleico similar al aceite de oliva.
Por ello el aceite de girasol es una excelente fuente de ácidos grasos esenciales.
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