Alimentación en la endometriosis
La endometriosis es una patología estrógeno- dependiente crónica, cuyo origen es desconocido, en la que se encuentra una implantación y crecimiento benigno de tejido endometriósico fuera del útero.
La endometriosis es un proceso de evolución imprevisible. Algunas mujeres presentan pequeños implantes que no se modifican, mientras que en otras puede desarrollarse extensamente dentro de la pelvis. Es una enfermedad inflamatoria, lo que a su vez ocasiona adherencias entre órganos.
Produce sintomatología como dolor, distensión abdominal, náuseas, vómitos, problemas de fertilidad, menorragias (sangrado cuya duración es mayor a 7 días), dolor de cabeza.
¿Qué podemos hacer desde la alimentación?
- Seguir pautas de alimentación saludables, cubriendo los requerimientos energéticos y nutricionales en las comidas principales con el método plato (1/2 plato vegetales, ¼ plato proteínas de buena calidad, ¼ plato féculas o granos enteros).
- Potenciar el consumo de nutrientes como las antocianinas (arándanos, frutos rojos, moras, col morada, uvas, patatas de colores y rábanos), resveratrol (uvas), polifenoles (bayas, cebollas, ajo, coles, pimientos, tomate, remolacha o berenjena, Kiwis, arándanos, manzanas, pomelo naranja y las frutas rojas, té negro, té verde, AOVE) y quercitina (manzana, bayas, cebolla morada), vitamina E (AOVE), Zinc (huevo, granos enteros), hierro (legumbres, berberechos, carne), selenio (mariscos, pollo, pescado, granos enteros, vitamina A (pimiento, huevo), vitamina C (kiwi, pimiento, naranja, limón, piña), omega 3 (pescados azules), especias como el jengibre, la cúrcuma o canela; asegurarnos que los niveles de vitamina D son adecuados.
- Alimentos a evitar: carnes rojas y procesadas, alcohol, ultraprocesados, pescados azules de gran tamaño (emperador, atún rojo, cazón…), aceites vegetales refinados, tabaco.