El coco
El coco pertenece a la familia de las palmáceas y aunque no se sabe con exactitud, su origen se sitúa en las islas del Pacífico, aunque actualmente se cultiva en todos los países tropicales del mundo.
El cocotero, o árbol de coco, es una planta de tronco único, casi siempre inclinada. El fruto, de forma redondeada, puede pesar entre 2-3 Kg y tiene una cáscara fibrosa de color amarillento y otra capa intermedia marrón, en cuyo interior se encuentra la semilla o pulpa, que es la parte blanca comestible. El agua que alberga en su interior, el agua de coco, es un líquido azucarado.
La cosecha del coco varía según el tipo de producción, pero es sobre todo de enero a julio. Si se comercializa como fruta fresca o se destina a la industria con fines de envasar agua, la cosecha se efectúa cuando el coco tiene entre 5 y 7 meses. En esta época el contenido de azúcar y agua es muy elevado y el sabor es más intenso. Si se destinan a la producción de coco rallado, deshidratado o para la extracción de aceite, la cosecha de realiza cuando los cocos caen al suelo o cuan do uno de los cocos de un racimo está seco.
La composición del coco varía a medida que éste madura. La grasa constituye el principal componente, después del agua, y es rica en ácidos grasos saturados. El consumo excesivo de alimentos ricos en grasas saturadas provoca un aumento de los niveles de colesterol en sangre, sin embargo, el coco es una fruta que, en la mayoría de los países, se consume con poca frecuencia, y en cantidades muy pequeñas, por lo que un consumo esporádico no plantea ningún inconveniente para la salud, es más, enriquece nuestra alimentación en sustancias nutritivas, sabores y aromas.
Su valor calórico es el más alto de todas las frutas. En este sentido, no estaría recomendado en personas con obesidad o sobrepeso. Aporta una baja cantidad de hidratos de carbono y proteínas, pero, por el contrario, si que es una buena fuente de fibra. Por tanto, el coco previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir el colesterol en sangre y controla la glucosa en sangre.
Respecto a los minerales, el coco es rico en selenio, hierro, magnesio, fósforo y potasio. El magnesio se relaciona con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante. El fósforo, también interviene en la formación de huesos y dientes. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio del agua dentro y fuera de las células. El elevado aporte de potasio, desaconseja el consumo de esta fruta en personas con insuficiencia renal.
Destaca además su contenido en vitamina E, con acción antioxidante, en ácido fólico y en ciertas vitaminas hidrosolubles del grupo B.
Mientras que el agua de coco, cuanto menos maduro esté el fruto, más abundante y rico en nutrientes será. Se considera una bebida isotónica natural, siendo muy apreciada en los países tropicales.