Conservar al vacío
El vacío es un método de envasado que consiste en retirar el oxígeno del interior de un envase con el objetivo de evitar la oxidación, prolongar el periodo de vida y calidad de un alimento, que al dejar una cantidad de oxigeno menor al 1% se retarda la proliferación de bacterias y hongos que necesitan este elemento para sobrevivir, lo que posibilita una mayor vida útil del producto.
Además este método facilita el almacenaje, ya que se requiere menos espacio.
El envasado al vacío se puede complementar con otros métodos de conservación refrigerando o congelando el alimento.
No todos los alimentos de pueden envasar al vacío, las carnes, pescados, frutas, hortalizas y verduras de cuarta gama (las que se pueden consumir sin preparación previa), pastas, harinas, productos de panadería y repostería, quesos, patés, embutidos, café, y comida cocinada, pueden someterse a este método de conservación. Sin embargo, las setas, el ajo y la cebolla no deben envasarse al vacío, ya que este sistema acelera su descomposición y tampoco se deben conservar así los plátanos, porque la ausencia de aire hace el efecto contrario, es decir, que maduren antes.
La duración de la comida envasada al vacío en condiciones adecuadas puede mantener los alimentos frescos por un periodo de tiempo de 3 a 5 veces más respecto a otros métodos.