Hablar de ‘Operación bikini’ incita a la competitividad entre adolescentes por hacer dieta y predispone a la anorexia
El factor de riesgo más constatado de los Trastornos de la Alimentación es el inicio en las dietas. Pero si sumamos a ello la necesidad de competir entre jóvenes por quién acaba más delgada, sobre todo antes de épocas estivales, estamos ante un problema de salud realmente grave. Desde el programa de Comportamientos Alimentarios de la Unidad de Personalidad y Comportamiento del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo queremos hacer un llamamiento de atención para revertir la tendencia que empuja a las jóvenes a acabar teniendo trastornos de la conducta alimentaria en esta época del año.
Se aproximan fechas ‘delicadas’ para los expertos que velamos por la salud física de las adolescentes y sus familias. No es un tópico. Cada año, el término ‘Operación bikini’ salta a los titulares de los medios sin que, en realidad, se sepa el impacto que ocasiona en la población.
Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) siguen siendo uno de los principales problemas de salud mental entre la población adolescente juvenil más subestimados. Pese a que la sociedad repara en ellos cada vez que los medios de comunicación les dedican atención, lo cierto es que constituyen un auténtico problema de salud pública que acarrea, además, el riesgo de sufrir otro tipo de trastornos de salud mental y enfermedades físicas.
Se aproximan ‘fechas de riesgo’ para las personas con predisposición a desarrollar este tipo de problemas. Como explica la Dra. Marina Díaz Marsá, asesora científica del Programa de TCA de la Unidad de Personalidad y Comportamiento del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, "la bibliografía científica demuestra que las mujeres que realizan dietas severas tienen dieciocho veces más probabilidades de desarrollar un trastorno alimentario. Las que optan por dietas moderadas tienen cinco veces más probabilidades de padecerlos".
El problema de base reside en que, ante la llegada del verano, de la exposición corporal, se retroalimenta la necesidad de lucir ‘un cuerpo de cine’ al coste que sea.
Y parte de este ‘juego’ peligroso para la salud está en la competitividad entre las jóvenes que corren una maratón para ver quien luce mejor ‘tipo’ este verano. Un auténtico ‘incentivo peligroso’ que pasa desapercibido en la mayoría de las ocasiones pero que, a la larga, y en silencio siembra la posibilidad de desarrollar un TCA.
La llamada a la prudencia "es para toda la sociedad que debe dejar de ‘jugar’ con ciertos términos aunque se piense que son ‘titulares con gancho’. Los padres deben estar alerta ante la inquietud de sus hijas por su figura. Máxime si empiezan hablar de amigas que han adelgazado, se enojan porque creen que tienen celulitis o piernas gruesas, solicitan de forma urgente cambios en la dieta en el hogar o instan a que se pague un gimnasio", insiste la experta.