Existen dos teorías en la actualidad que defienden el origen de las judías verdes en zonas de Latinoamérica y Asia. Las hipótesis más extendidas hablan de América como primer lugar donde se consumió y cultivó esta verdura, sin embargo, es posible que fuera introducida en el Nuevo Mundo a través del Estrecho de Bering

Según las muestras encontradas en diferentes yacimientos arqueológicos, se considera que las judías verdes comenzaron a ser cultivadas en torno al año 5.000 a.C., siendo además uno de los primeros alimentos que hallaron los españoles durante los viajes realizados a América en el siglo XVI.

Fueron ellos quienes las introducirían en el Viejo Continente, aunque la difusión definitiva de su consumo como alimento para el ser humano llegaría en el XIX (hasta ese momento tan sólo se explotaban sus semillas), siendo una de las verduras mejor aceptadas por los europeos.

Aunque reciben diferentes nombres dependiendo del país o la región, las variedades de judías verdes se clasifican dependiendo de la estructura de la planta.

judíasjudías

Las judías verdes son un alimento con un bajo aporte calórico. Presentan menos de 29 calorías por cada 100 gramos, están compuestas en su mayor parte de agua (90% por lo que es un potente diurético y depurativo del organismo), el 10% restante se reparte entre un 5% hidratos de carbono, fibra y proteínas, resultando aconsejadas como alimento para personas con hipertensión o en dietas de mantenimiento o pérdida de peso.

Respecto a los micronutrientes, posee una variedad de minerales entre las que se encuentran el potasio, yodo, calcio, fósforo, magnesio y hierro. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal. Actúa en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.

El fósforo forma parte de huesos y dientes y participa en procesos de obtención de energía.

Además las judías verdes se caracterizan por un alto contenido en vitaminas de los grupos C, A y B B1, B2, B3, B6 y B9 que intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, síntesis de material genético o formación de anticuerpos del sistema inmunológico.

Su cantidad de beta-caroteno se transforma en vitamina A proporcionando acción antioxidante, actuando en el buen estado del cabello, piel, mucosas, tejido colágeno, huesos e incluso en el funcionamiento del sistema inmunológico.

Las propiedades de la vitamina C tienen acción antioxidante, favoreciendo la absorción del hierro de los alimentos y aumentando la resistencia frente a las infecciones.

Entre las vitaminas del grupo B destaca la Vitaminas (B9) que es necesaria como coenzima para la fabricación de proteínas y hemoglobina.