El mapeo de lunares mediante dermatoscopia digital permite la detección precoz de melanomas
El Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo incorpora un dermatoscopio digital al Servicio de Dermatología dirigido por la Dra. María Calvo.
Aunque el melanoma es el cáncer de piel menos frecuente, también es el más grave, sobre todo si se diagnostica en estadíos tardíos.
Siendo cierto que la tasa de mortalidad por melanoma se ha estabilizado en España, el número de casos de cáncer de piel sigue aumentando: el melanoma maligno representa el 2,5% de todos los tumores y un 1-2% de las muertes causadas por cáncer; con un incremento del 3%-6% anual en los últimos 25 años es, junto con el cáncer de pulmón en mujeres, el tumor que más está aumentando en incidencia. La Organización Mundial de Salud prevé que su incidencia se triplique en el período 2015-2030.
Se sabe que existen determinados factores que aumentan el riesgo de padecer melanoma a lo largo de la vida, como son la piel clara y el pelo rubio y/o pelirrojo, tener más de 50 lunares y tener lunares atípicos o historia personal o familiar de melanoma, así como algunas enfermedades del sistema inmune y trastornos de la pigmentación. Pero el principal factor de riesgo es la exposición a radiación ultravioleta principalmente hasta la mayoría de edad.
Por ello el primer paso en la lucha contra el cáncer de piel es la prevención y el diagnóstico precoz. El melanoma puede aparecer bien de novo o bien sobre una lesión presente previamente. Esto explica la gran importancia de revisar nuestros lunares para detectar cualquier cambio a tiempo. En pacientes de alto riesgo de cáncer de piel, con lunares muy numerosos, en sitios difíciles de controlar por el paciente o con muchos de características atípicas, contamos con una herramienta de control como es el dermatoscopio digital.
¿En qué consiste el dermatoscopio digital?
La dermatoscopia es una técnica no invasiva, que permite mediante un instrumento óptico con luz polarizada, ver las lesiones amplificadas, por debajo de la superficie cutánea, eliminando los fenómenos de refracción y reflexión de la luz sobre la piel. La distribución del pigmento en las capas profundas es lo que diferencia las lesiones benignas de las malignas.
La dermatoscopia digital lleva asociada una cámara y un software que permite el almacenamiento de imágenes macro y microscópicas de todos los lunares del paciente, obteniendo un mapa corporal.
De esta forma, se realizan revisiones periódicas que permiten valorar si hay lesiones nuevas o si las ya existentes han cambiado de forma, tamaño o color.
¿En qué pacientes está indicado realizar una dermatoscopia digital?
- Pacientes con fototipo claro que se quemen fácilmente con el sol.
- Pacientes con antecedentes de quemaduras solares en la infancia.
- Pacientes con antecedentes personales o familiares de cáncer de piel.
- Pacientes con gran número de lunares, en lugares difícil de controlar o muchos con estructura atípica.
En definitiva, todos aquellos pacientes con factores de riesgo de melanoma.
¿Qué beneficios aporta la dermatoscopia digital?
Numerosos estudios demuestran que el seguimiento periódico de lunares con dermatoscopia digital permite realizar un diagnóstico precoz del melanoma, en estadíos muy tempranos y por lo tanto con mucho mejor pronóstico, a la vez que reducir el número de extirpaciones y biopsias de lesiones sospechosas, que pasarían a controlarse con imágenes de forma periódica