La patata
Es originaria de América del Sur, en el altiplano andino, aunque en la actualidad su cultivo está extendido por casi todo el mundo por sus tubérculos comestibles. Tras la llegada de Cristóbal Colón, este tubérculo lo trajeron de alimento es sus barcos y se comenzó a cultivar en Italia y Europa, en un principio como planta ornamental, para a finales del siglo XVIII, en Francia, extenderse la costumbre de usarla como alimento.
La patata es un alimento básico en nuestra cocina y una fuente de energía que el organismo puede asimilar rápidamente debido a uno de sus componentes que es el almidón.
El almidón no solo se encuentra en la patata, sino que también lo podemos encontrar en en multitud de alimentos, como el arroz o los cereales y es un polisacárido vegetal asimilable formado por partículas de glucosa. Existen 4 tipos de almidón y uno de ellos el almidón resistente tiene propiedades muy interesantes para nuestra flora intestinal.
En crudo el almidón mayoritario de la patata es de tipo II, un almidón que cocinado digerirmos para aprovechar su fuente de energía. , Si tras cocinarlo se deja atemperar y se refrigera (4-5ºC), al día siguiente se obtiene patata y arroz con almidón retrogradado (tipo III) de efecto prebiótico.
Esta conversión a tipo III se debe a una propiedad del almidón: la retrogradación. Cuando se cuece por ejemplo una patata el almidón que contiene cambia a una estructura desorganizada que retiene agua, proceso conocido como gelatinización, que hace a la patata comestible. Cuando se enfría y después se refrigera, el almidón adquiere una estructura rígida y se retrae al eliminar el agua, resultando el almidón retrogradado o tipo III.
La nueva estructura formada en la patata fria es estable, resistente a la digestión y fermentable por la microbiota. Se puede recalentar el alimento, pero no a altas temperaturas, porque el almidón volvería a ser digerible y dejaría de ser resistente.
Las patatas son un alimento bajo en grasas, con un contenido en vitaminas y minerales entre las que destacan la vitamina C, B6, el calcio, el hierro y el magnesio.
Posee un pigmento denominado quercetina,con efecto antiinflamatorio y de refuerzo de nuestro sistema inmune.
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