Los riñones son los encargados de eliminar las sustancias de desecho de la sangre y de regular los líquidos en nuestro organismo. En enfermedades renales graves, los riñones dejan de hacer estas funciones con normalidad, por lo que debemos controlar la ingestión de líquidos y de algunos alimentos.

La alimentación es vital para una correcta evolución de la enfermedad y para prevenir la aparición de otras enfermedades asociadas como la diabetes, la hipertensión o la obesidad.

Insuficiencia renalInsuficiencia renal

A continuación, dejamos una serie de recomendaciones nutricionales para personas que padecen insuficiencia renal, aunque hay que adaptarlas a cada paciente. Estas modificaciones dietéticas pueden resultar difíciles de llevar a cabo, pero son muy importantes en la evolución de su enfermedad.

  • La dieta tiene que ser variada, de esta manera, se obtendrán todos los nutrientes necesarios y se evitará la monotonía y aburrimiento a la hora de comer.
  • Se deben de realizar 4 ó 5 comidas al día, así se evitará picotear entre horas.
  • Debe pesar los alimentos, especialmente al principio hasta que se acostumbre a su medida visual o casera (cucharadas, rebanadas…)
  • Debe de limitar el aporte de proteínas, aunque puede comer carne y pescado en cantidades normales, siempre y cuando su médico se lo aconseje.
  • - Se debe de controlar la cantidad de proteínas porque someten al riñón a un excesivo trabajo, pero son necesarias para estar bien nutridos. Por ello, debemos de adaptar el consumo de alimentos que contengan proteínas de alta calidad: carnes magras, huevos y pescados.
    - Se puede consumir cualquier tipo de verdura y hortaliza, evitando las alcachofas, habas, guisantes y brotes de soja por su elevado contenido proteico.

  • Sin embargo, debe seguir limitando un consumo excesivo de potasio o fósforo según las indicaciones de su médico.

- Controlar el consumo de legumbres, verduras y frutas.

- Aplicar siempre remojo y doble cocción.

- Hay que evitar el consumo de alimentos integrales, frutos secos y refrescos de cola.

- El pan, cereales y pasta pueden consumirse moderadamente, evitando los productos integrales, que tienen alto contenido en fósforo.

- Puede consumir cualquier tipo de fruta, salvo las ciruelas, dátiles, higos (sobre todo secos), aguacates, coco, y plátano que se consumirán muy ocasionalmente.

  • Se debe de controlar el consumo de sal, ya que el sodio favorece la retención de líquidos que el riñón no puede eliminar. Para ello, debemos de cocinar con muy poca o sin sal. Se puede condimentar los platos con especias, hierbas aromáticas.
  • Debe limitar al máximo el consumo de líquidos, tanto bebidos como para cocinar según la cantidad pautada por su nefrólogo.

- Utilice trucos que disminuyan la cantidad de agua propia de los alimentos: tostar el pan, saltear en una sartén las verduras hervidas.

  • A la hora de cocinar, se recomienda aplicar las técnicas de remojo y doble cocción al cocinar. Estas técnicas se deben de aplicar a las hortalizas, verduras, patatas, setas y legumbres. El potasio pasará al agua, con lo que se consigue reducir su contenido a casi la mitad.

Insuficiencia renalInsuficiencia renal

- REMOJO:

Pele y corte en trozos pequeños y finos los alimentos que lo permitan, déjelos en remojo durante 12-24 horas en abundante agua y cambie el agua totas las veces que sea posible.

- DOBLE COCCIÓN:

Tire el agua del remojo y ponga a cocer el alimento en abundante agua. Cuando rompa a hervir, tire esa agua y pase el alimento a otra olla con agua hirviendo para que termine de cocerse mediante una ebullición prolongada.

Deseche el caldo de la cocción y no lo consuma nunca. El caldo de estas verduras se desechará, no se aprovechará en ningún caso para hacer salsas o sopas.

  • Utilice verdura congelada.

Tiene menos potasio que la fresca. Para congelarla en casa, córtela y escáldela en agua hirviendo unos minutos antes de introducirla en el congelador. Aún así, cocínelas con ebullición prolongada y cambie el agua a mitad de cocción.

  • Desale los vegetales en lata. Escúrralos y póngalos en remojo durante 2 ó 3 horas.
  • Cocine las frutas o consúmalas en conserva. Es aconsejable tomarlas hervidas, en almíbar (sin su jugo), en confituras, mermeladas o compotas. Tenga en cuenta que si se asan en el horno o microondas no pierden el potasio.
  • Debemos de asegurar el consumo de calcio y vitamina d, puesto que son imprescindibles para proteger los huesos.
  • Los alimentos se cocinarán preferiblemente a la plancha, hervidos, al horno, papillote, asados, al vapor, evitando fritos y rebozados.
  • Realice ejercicio físico moderado. Practicar ejercicio con frecuencia ayuda a aumentar la calidad de vida, mejora la circulación, el estado físico general y la autoestima.

Es recomendable desde caminar (que se puede realizar en cualquier momento), hasta otro tipo de deporte como natación, montar en bicicleta, gimnasia suave…