El Puerro
Esta planta era consumida ya en Mesopotamia, Turquía o Egipto hace más de 3.000 años, concretamente en este último enclave servía como alimento usual para los trabajadores de las pirámides. Pero serían los romanos quienes extenderían el consumo de puerros por todo el Mare Nostrum, gracias a sus colonias repartidas desde Hispania hasta Oriente Próximo, Norte de África e Islas Británicas. Precisamente en De re coquinaria de Apicio, uno de los escasos textos que aún se conservan relacionados con la gastronomía romana, se hace referencia a diferentes recetas elaboradas con puerros y aparecen en primeros platos romanos acompañados de coles, nabos y rábanos.
En el Libro III de esta misma obra existe un apartado completo dedicado a recetas elaboradas con puerro, aderezado con una salsa compuesta por garum, judías, pasas, comino y harina, así como útiles consejos para su cocción.
Con posterioridad, Odón de Meung, segundo abad de la Abadía de Cluny en el siglo X, expone en su obra Macer Floridus el uso del puerro como medicamento.
Los romanos lo elevaron a comida predilecta de emperadores, como Nerón, quien diariamente consumía un caldo de puerros por creer que él mejoraba su timbre de voz.
En primer lugar, cabe destacar que el componente principal de los puerro es el agua (94%), por lo que supone un escaso contenido calórico, esto unido a su bajo contenido en hidratos de carbono, el Puerro resulta ser un alimento bajo en calorías ideal para incorporar en dietas para bajar de peso.
Además, por su elevado contenido en fibra, el puerro aporta sensación de saciedad.
Asimismo, los puerros son un alimento con propiedades diuréticas, gracias a su contenido en potasio y la pobreza en sodio, por esto es útil para tratar casos de hiperuricemia, gota, nefritis e infecciones urinarias, además de ser muy bueno para prevenir la aparición de cálculos renales.
La gran cantidad de fibra que aporta el Puerro ayuda a regular el tránsito intestinal y el Magnesio le otorga un suave efecto laxante que previene el estreñimiento.
Por otro lado, también podemos apuntar las propiedades beneficiosas del puerro contra las afecciones respiratorias. Al igual que la cebolla, este alimento puede ayudar en los problemas bronquiales, de tos intensa, etc.
El puerro es también una buena fuente de vitaminas, especialmente del grupo C, E y B6, así como también aportan carotenos, ácido fólico y potasio y por ello fortalece el sistema inmunológico y es beneficioso para las embarazadas. La vitamina C se caracteriza por su acción antioxidante y junto con los Folatos promueve la formación de glóbulos rojos, glóbulos blancos y anticuerpos para el sistema inmunológico reforzando la resistencia a las infecciones.
El principio activo de esta planta, llamado aliína, le confiere al Puerro propiedades que ayudan a eliminar el colesterol del organismo.
Gracias a su aceite esencial que ejerce una suave excitación sobre las glándulas gastrointestinales, el Puerro facilita el proceso digestivo y estimula el apetito.
Una infusión con el bulbo del Puerro se puede usar como tratamiento para lavar heridas y evitar que se infecten por sus excelentes propiedades antisépticas y bactericidas.
El consumo de Puerro es recomendable para personas que tienen antecedentes familiares de trombosis debido a que mejora la circulación sanguínea.
El puerro mejora la piel y fortalece los huesos y dientes. También beneficia al cabello y la vista.
En la Consulta de Nutrición te contamos las propiedades de los diferentes alimentos para tu salud.
