¿Cuando vas a comprar pescado tienes dudas de si ese pescado es fresco o si por el contrario está alterado?

Lo primero de todo debes de fijarte en su aspecto exterior, la piel, los ojos, el olor…

¡Aquí va una serie de consejos para identificar si es fresco!

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  • El aspecto exterior del pescado tiene que tener la piel húmeda y tersa, estar limpio y brillante.
  • El olor debe de ser agradable, olor a "mar".
  • Los ojos tienen que estar limpios, húmedos, brillantes, con las pupilas convexas.
  • Las agallas rojas, brillantes y con las láminas bien separadas, nos indicarán que ese pescado es fresco.
  • En cuanto a la carne, debe de estar firme, bien adherida a las espinas.
  • Y, por último, las vísceras no deben de tener un olor especial ni distinto, y, además, no deben de estar adheridas entre sí.

Por lo tanto, si observas un pescado sin brillo, seco, con un olor amoniacal y repugnante, con los ojos apagados o con mucosidad, las agallas de un color rojo oscuro a marrón con las láminas pegadas y con alguna mucosidad, la carne blanda y fácilmente separable de las espinas, que se deforma al tacto, y unas vísceras oscuras, malolientes y con mucosidad o pegadas… es indicativo de que ese pescado está alterado.