Refrescos
Los refrescos son esas bebidas azucaradas refrescantes elaboradas con azúcar, aromas, colorantes … que están muy expandidas por todo el mundo y que cada vez su consumo es mayor.
Las campañas publicitarias, el marketing, el asociar el consumo de estas bebidas (junto con comida rápida) a felicidad, a pasar un buen rato con amigos y en familia, o, incluso para pertenecer a un grupo social … son algunos de los motivos que a mi juicio hacen que estas bebidas estén tan extendidas sobre todo entre la población joven.
Lo que está claro es que el consumo de estas bebidas tienen un impacto negativo para la salud ya que están directamente relacionados con un aumento de peso y obesidad, enfermedades como la diabetes, hipertensión, insomnio, problemas dentales como la aparición de caries … y, también problemas relacionados con el aparato digestivo por el deterioro de la microbiota intestinal.
Además, un consumo excesivo y continuado de estas bebidas, hacen que seamos dependientes a ellas por la gran cantidad de azúcar que contienen y se relaciona con dietas más desestructuradas con un consumo más elevado de alimentos procesados y grasas saturadas.
Por otro lado, también se relaciona el consumo continuado de estas bebidas carbonatadas con la malnutrición, ya que al aportarnos gas, nos producen sensación de saciedad, y por tanto, se disminuye la ingesta de nutrientes necesarios.
Por ello, si tienes sed y quieres hidratarte lo mejor es beber agua ya que contribuirá al correcto funcionamiento de tu organismo. Y si quieres tomarla a modo de refresco, bebe agua con gas acompañada de unas rodajas de limón.