Es que yo… retengo líquidos
Escuchamos a menudo que uno de los problemas que tenemos cuando ganamos peso o nos sentimos más hinchados, sobre todo en mujeres, es la retención de líquidos.
La verdad es que muchas de las veces, lo usamos de excusa o no sabemos detectar si realmente tenemos tal retención.
¿Cómo podemos saber si realmente tenemos retención de líquidos? Estas son algunas de las causas que te pueden ayudar a detectarlo:
- Algunas enfermedades coronarias, renales, hepáticas, etc.
- Cambios hormonales, intensificados en el embarazo.
- Tratamientos farmacológicos como tratamientos oncológicos, tratamientos con corticoides, tratamientos hormonales etc.
- Mala alimentación: exceso de sal, de conservas, de productos refinados, comida prefabricada etc.
- Una vida sedentaria: estar mucho tiempo sentados o en la misma posición o no realizar la actividad física pertinente provocan muchas veces una mala circulación y un mal retorno venoso pudiendo provocar retención de líquidos.
- Mala hidratación: nuestro organismo está compuesto en su mayoría por agua por lo que una mala hidratación puede ser la causa de favorecer la retención de líquidos.
¿Existe alguna manera de detectar la retención de líquidos? ¡Por suerte SI! ¡Y es muy fácil! Aunque siempre debemos corroborarlo con nuestro profesional sanitario, si tenemos edemas locales en tobillo o párpados podemos tener sospecha de retención de líquidos.
Pero un edema local no es un "hinchazón" de tobillos ni una ojera, para reconocerlo debemos presionar la zona con el dedo firmemente y debe aparecer un hundimiento que permanece visible durante unos segundos o incluso minutos.
¿Qué podemos hacer en caso de presentar retención de líquidos?
Deberíamos visitar a nuestro médico para que descarte que exista alguna patología que precise tratamiento.
Algunas medidas que podemos aplicar para combatir la retención de líquidos:
- Correcta hidratación: beber al menos 1, 5 Litros diarios. Es importante mantener una correcta hidratación y un balance hídrico correcto. No por beber más agua vamos a acumularla, al contrario, hay que beber para que nos ayude a expulsar las toxinas que acumulamos.
- Comer de manera saludable: realizar 5 comidas al día, realizar una dieta rica en vegetales y frutas, que además de vitaminas aportan también minerales que nos ayudan a mantener el equilibrio hídrico.
- Reducir el consumo de sal, además de la sal que añadimos a las comidas para sazonar, hay que limitar también todos aquellos alimentos en conserva, embutidos, alimentos prefabricados, comida rápida, salsas industriales, etc. En definitiva, consumir productos frescos y de temporada.
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio, como las legumbres, verduras como el calabacín y los champiñones y frutas como el plátano y la piña, ya que este ayuda a mantener un correcto equilibrio hídrico, interviniendo en la bomba de sodio/potasio.
- Mantener un estilo de vida activo, evitando el sedentarismo y realizando al menos una hora de ejercicio diario adaptado a nuestra capacidad.
Si necesitas una dieta personalizada porque retienes líquidos o bien si quieres cerciorarte de comer sano y equilibrado para no llegar al punto de tener retención, no dudes en acudir a la consulta de nutrición, podremos asesorarte.