Sueño, salud física y mental
El sueño es necesario para mantener una correcta salud física y mental.
Numerosos estudios demuestran que existe una relación directa entre la falta de sueño y un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad.
Una restricción del sueño altera el perfil metabólico (insulina, leptina, grelina y cortisol) que dan lugar a resistencia a la insulina, aumento de la actividad simpática, aumento del apetito y disminución de la saciedad.
La consecuencia del desajuste hormonal es que exista en el sujeto una mayor apetencia de alimentos más palatables, es decir, alimentos o productos procesados ricos en azúcares y grasas, con alto valor energético y poco o ningún valor nutricional.
Al no haber descansado hay menos ganas y motivación para realizar actividad física.
Se produce un consumo mayor de bebidas estimulantes como café, bebidas carbonatadas con cafeína, taurina…
Si no descansamos correctamente estaremos de peor humor y tenderemos a buscar el placer a través de alimentos no saludables (bollería, fast food, snacks…)
Por tanto podríamos decir que no descansar de manera adecuada está relacionado con una mala alimentación y sedentarismo, hábitos que producen sobrepeso, obesidad y comorbilidades asociadas como enfermedades cardiovasculares, diabetes…
Mantener una correcta higiene del sueño puede ayudarnos a descansar correctamente.
- Tener horarios regulares para acostarse y levantarse.
- Evitar consumir sustancias estimulantes en las horas previas a irnos a dormir (café, té, refrescos con cafeína…)
- Establecer una rutina de noche que ayude a prepararnos tanto física como psicológicamente a irnos a dormir: ponernos el pijama, lavarnos los dientes, no utilizar aparatos electrónicos antes de acostarnos (móvil, tablets…) podemos ponerlos en modo avión para evitar distracciones, preparar la habitación (poner una luz tenue, deshacer la cama…), hacer alguna meditación o ejercicio de relajación antes de dormir…
- Crear unas condiciones ambientales adecuadas para dormir (luz, temperatura, nivel mínimo de ruido, ropa cómoda…)
- Utilizar la habitación solo para dormir. Evitar realizar otras actividades como trabajar, ver la TV…
- Evitar cenas copiosas.
- Realizar ejercicio de manera regular. Procurando evitar actividades muy intensas a última hora del día.