La zanahoria
Las zanahorias se originaron hace 3.000 años en Asia, en la región que hoy ocupa Afganistán. Las primeras zanahorias eran blancas, violetas y amarillas.Los griegos y los romanos utilizaron las zanahorias con propósitos medicinales. Durante la Edad Media la zanahoria servía como tinte para la mantequilla y en Francia la hoja se utilizaba para decorar peinados y sombreros
La primera referencia escrita de consumo de zanahorias data unos escritos españoles del siglo XII en los que se señala el consumo de zanahoria con aceite, vinagre y sal.
La zanahoria que conocemos hoy fue desarollada por los holandeses en el siglo XVII. Es a partir de esta época cuando comienzan las primeras plantaciones en América.
En el siglo XIX con el descubrimiento de la vitamina A hizo que las zanahorias adquirieran una gran importancia en la alimentación sirviendo para la prevención de la ceguera nocturna. Por este motivo, durante la Segunda guerra mundial a los británicos se les proporcionaban grandes cantidades de zanahorias en sus comida
La zanahoria, también conocida como Daucus carota, es una planta herbácea con un contenido del 87% de agua, rica en sales minerales y vitaminas (B,C,D,E), muy importante la alta concentración de beta- caroteno al que debe su color. La zanahoria es una planta bianual anaranjada de la que se consume la parte superior de la raíz. Existen variedades de color amarillo, aunque las más habituales son las anaranjadas.
Las zanahorias dulces y suculentas son ricas especialmente en antioxidantes, vitaminas y fibras dietéticas y sin embargo, sólo nos aportan 41 calorías por cada 100 g, es decir, una cantidad insignificante de grasa y de colesterol.
Son una fuente excepcionalmente rica de carotenos y vitamina A. 100 g de zanahorias frescas contienen 8285 μg de beta-caroteno y 16706 IU de vitamina A. Los estudios han descubierto que los compuestos flavonoides de las zanahorias ayudan a protegernos del cáncer de piel, de pulmón y de la cavidad oral.
Los carotenos se convierten en vitamina A en el hígado. El beta-caroteno es un caroteno importante que está presente en estas raíces. El beta caroteno es uno de los más poderosos antioxidantes naturales, que ayudan a proteger el cuerpo de las lesiones provocadas por los dañinos radicales libres de oxígeno. Además, también tiene todas las funciones de la vitamina A, como por ejemplo, la visión, la reproducción (producción de espermatozoides), el mantenimiento de la integridad epitelial, el crecimiento y el desarrollo.
Las raíces frescas de las zanahorias también son buenas en vitamina C, proporcionan aproximadamente el 9% de la vitamina C diaria recomendada. La vitamina C es un anti-oxidante soluble en agua. Ayuda a nuestro cuerpo a mantener el tejido conectivo, los dientes y las encías sanos. Sus propiedades antioxidantes ayudan a nuestro organismo a protegerse de enfermedades y de cánceres gracias a la eliminación de los radicales libres.
Además, este tubérculo es especialmente rico en muchos grupos del complejo de vitaminas B, como el ácido fólico, la vitamina B-6 (piridoxina), la tiamina, el ácido pantoténico, etc. Además, las zanahoria también contienen niveles saludables de minerales como el cobre, el calcio, el potasio, el manganeso y el fósforo. El potasio es un importante componente de los fluidos celulares y corporales que ayudan al control de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial contrarrestando los efectos del sodio. El manganeso es utilizado por nuestro cuerpo como un co-factor para la enzima antioxidante, el superóxido dismutasa.
En la Consulta de Nutrición te contamos las propiedades de los diferentes alimentos para tu salud.