Higiene del sueño
Dormir poco afecta a varios aspectos de la salud, y en lo referente a la obesidad, conocemos ya varios mecanismos que relacionan la falta de descanso de calidad y baja duración del sueño con aumento de peso; hasta el punto de que en programas de adelgazamiento con un buen seguimiento de la dieta y entrenamiento la progresión en los resultados no ha sido la esperada precisamente por la falta de un descanso suficiente y de calidad.
Un estilo de vida activo y hábitos alimentarios saludables ayudan a descansar mejor. La mayor parte de reglas para una correcta higiene del sueño son sencillas y de sentido común, pero se requiere de constancia para obtener buenos resultados.
- Limita el consumo de excitantes como el té, café, refrescos con cafeína, especialmente después de media tarde; así como el alcohol.
- Realiza una cena ligera, si es posible, por lo menos dos horas antes de acostarte.
- Procura levantarte y acostarte todos los días a la misma hora.
- Evita el uso de pantallas (móvil, Tablet, ordenador…) por la noche. La luz LED le dice al cerebro que esté despierto.
- Si no es posible, reduce el brillo de las pantallas o activa el modo luz nocturna.
- El dormitorio debe de tener una temperatura agradable y bien ventilado.
- Crea tu propia rutina de noche: escucha música relajante, date una ducha con agua templada, prepara la ropa y las cosas que necesiten para el día siguiente… Repetir estas cosas como un hábito le indican a tu cuerpo que es la hora de dormir.
- La cama no es un lugar para resolver problemas. Anota en una libreta las cosas que tienes que hacer al día siguiente o que te preocupen para vaciar tu mente.
- Practicar deporte y llevar un estilo de vida activo ayuda a descansar mejor, pero hay que tener en cuenta una serie de consideraciones:
- No hacer ejercicios de alta intensidad a última hora del día, si es posible, mejor realizarlos por la mañana.
- Hacer ejercicios de relajación o alguna meditación guiada antes de dormir.
- Si tu problema es que no duermes por estrés o ansiedad acude a un psicólogo para que te ayude a gestionar estas emociones.