¿Qué son las hemorroides?
Las hemorroides son un conjunto de venas localizadas en la última porción del tubo digestivo. Es decir, en el ano y en el canal anal.
No son una enfermedad en sí ya que todo el mundo tiene hemorroides en menor o mayor cuantía. En realidad forman parte de nuestro mecanismo de continencia junto con el esfínter anal.
Cuando aumentan patológicamente de tamaño o se deslizan hacia el exterior provocan molestias y sintomatología: picor, escozor, dolor o sangrado. Se estima que el 50% de la población en algún momento de su vida tiene molestias de índole hemorroidal. Ello no implica de ninguna de las maneras que toda persona que tenga molestias deba de ser operada. Casi siempre se pueden manejar de forma conservadora con un tratamiento médico y una dieta adecuada, rica en fruta y fibra.
¿Por qué salen las hemorroides?
A título anecdótico hay que decir que somos el único mamífero que desarrolla hemorroides. Ello es debido a nuestra capacidad de caminar erguidos. El aumento de la presión sanguínea por el peso de la sangre en la parte superior de nuestro cuerpo hace que se dilaten las venas hemorroidales. Bien saben los pacientes que las padecen que tumbados, en posición horizontal, mejoran sustancialmente.
En primer lugar, existe un componente hereditario que hace que ciertas personas, familias, sean mas propensas a desarrollarlas.
En segundo lugar existen una serie de factores que pasamos a describir:
- Estreñimiento crónico.
- Pasar tiempo sentado en la taza del váter. Convertir el servicio en una "sala de lectura" o biblioteca particular es una mala práctica.
- Alimentación inadecuada: comidas picantes, especias, alcohol, cítricos, café.
- Embarazo: el cambio hormonal y la compresión que ejerce el feto sobre el retorno venoso agravan la patología.
- Sedentarismo: la falta de ejercicio físico moderado de forma regular favorece el estreñimiento.
- Toma de medicamentos como abuso de aspirina y sus derivados, ansiolíticos, antidepresivos y codeína que tienen efectos astringentes.
Tipos de hemorroides y su clasificación
Existen dos tipos de hemorroides en función de su localización en el ano: las hemorroides externas y las internas.
Hemorroides externas
Las hemorroides externas son aquellas venas localizadas en la parte del ano recubierta de piel. Quedan en la parte «visible» del ano.
Cuando por un esfuerzo defecatorio se trombosan el paciente refiere un bulto en la región anal, doloroso y de colon azul violáceo.
Es lo que se conoce como trombosis hemorroidal.
Es muy raro que una hemorroide externa sangre ya que la piel que las recubre se lo impide.
Solo en casos de trombosis muy agudas, la presión del hematoma provoca una ulceración de piel con salida del coágulo y sangrado.
Hemorroides internas
Las hemorroides internas en cambio quedan en la parte interna del ano no siendo visibles en condiciones normales. Están recubiertas de mucosa, no de piel, luego son mucho mas vulnerables al roce y la presión. Su principal manifestación es el sangrado o la sensación de «pesadez». Con el paso de los años, van deslizándose hacia el exterior quedando expuestas al roce externo. Entonces se erosionan y sangran.
Clasificación de las hemorroides
Nota: la clasificación del grado de hemorroides que padece una persona es siempre en base a las hemorroides internas, no de las externas.
- Grado I: Sangrado con la deposición. Dilatación de los paquetes hemorroidales internos pero sin llegar a «salirse» al exterior. Provocan picor sensación de peso.
- Prolapso de las hemorroides al exterior en el momento de la deposición pero vuelven a su posición interna inicial de forma espontánea después de la defecación. Provocan picor, sensación de ocupación en el recto.
- Grado III: Sangrado. Prolapso en el momento de la deposición. El paciente debe ayudarse para reintroducirlas mediante presión manual, con el papel higiénico o sentándose sobre algo duro un tiempo después de la deposición. Provocan picor, dolor y a veces manchado de la ropa interior.
- Grado IV: Sangrado. Permanecen en el exterior la mayor parte del día. Supuración constante, manchado de la ropa interior, sangrado a veces copioso, sensación de ardor.
Tratamiento para las hemorroides
Corregir el estreñimiento crónico
- Dieta rica en fruta y fibra. Tomar al menos dos o tres piezas de fruta (kiwis, ciruelas). Procurar tomar cereales con fibra (salvado) de forma constante todas las mañanas. Legumbres y verduras.
- Ejercicio físico de forma regular. Evite el sedentarismo.
- Mantener una buena hidratación. Beber agua en abundancia.
Evitar los irritantes
- Evitar los alimentos picantes o con muchas especias. Vinagre, alimentos ácidos (zumo de limón).
- Moderar la ingesta de alcohol ya que es un potente vasodilatador. Evitar el tabaco.
- Moderar la cantidad de café o té.
- Moderar la toma de bebidas gaseosas.
Higiene postural
- Evitar pasar tiempo sentado en la taza leyendo, afeitándonos… Probablemente una de las medidas mas importantes a tener en cuenta. No convertir nuestro cuarto de baño en una sala de lectura.
- Evitar permanecer largos periodos de tiempo de pie e inmóviles (camareros por ejemplo). Tampoco es bueno permanecer tiempo sentado, especialmente si la superficie sobre la que nos sentamos esta caliente.
Higiene íntima
- Siempre que sea posible, evitar el uso de papel higiénico y realizar en su lugar un baño de asiento con agua fría. Secar la zona con una suave presión sin frotar.
Medidas farmacológicas: pomadas y pastillas
- Cremas y pomadas: muy similares de composición, la principal diferencia radica en que unas contienen corticoides y otras no. También cambia el excipiente (mentol / efecto refrescante o neutras). El corticoide actúa como antiinflamatorio. En general su uso no es curativo, sino paliativo. No debe de abusarse de aquellas que lleven corticoide en el tiempo por el riego de atrofia cutánea que supone. Alivian la sintomatología pero no curan de forma definitiva. Su uso en general queda relegado a hemorroides internas, grados I y II.. Mejoran su resultado si se usan por la noche y la aplicación es con cánula.
- Venotónicos: Se utilizan sobre todo para aquellos pacientes que tienen picor, sensación de peso y sangrado. Mejoran la circulación venosa de retorno al corazón, no sólo en las venas hemorroidales sino también las varices. Útiles en épocas de sangrado activo o trombosis hemorroidal agudo. No tanto para tratamiento de mantenimiento.
- Laxantes: Cuando existe un problema de estreñimiento que no mejora con dieta, suelen pautarse laxantes. Siempre mejor de forma temporal hasta que se solucione el problema. Mejor son los generadores de bolo fecal (Plantaben, Metamucil) más que otro tipo de laxante mas fuerte.
- Analgésicos antiinflamatorios: En caso de dolor, para reducir las molestias.
Técnicas en consulta
- Trombectomía hemorroidal / Aguda: En caso de tener una hemorroide externa trombosada, bajo anestesia local se realiza una mínima incisión que permite la salida del trombo así como la exéresis de la piel redundante en consulta con la consiguiente resolución del problema. El procedimiento es prácticamente indoloro y NO requiere ingreso, alta inmediata.
- Escleroterapia: Consiste en la inyección de una sustancia esclerosante siempre para hemorroides internas sangrantes grado I y II. Se realiza en consulta.
Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo
Juan Bravo 39 y 49
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